habitación añil

Ella. Es difícil. Parece que te falte el suelo bajo los pies. El camino que conocías, las palabras que sabías, los olores y los sabores que hacían que te sintieses protegido... decidir acabar con todo. Sentir que, de no hacerlo, no irás a ninguna parte y te quedarás alli, fingiendo vivir. Pero ¿Un amor que acaba así era de verdad amor?. Dejó que sus pensamientos invadiera su mente y se vio con los ojos de la fantasía mientras conversaba con aquella dulce y hermosísima muchacha sentada a su lado, en una habitacíon llena de libros, cuadros, gusto e inteligencia, inundada por una luz clara y una atmósfera cálida y brillante. Puede que ella no tubiera los rasgos de su chica, sino de otra nueva, aún por imaginar. Alguien capaz de escribir esas palabras que la hacen soñar. Pero este pensamiento no le duró demasiado. No pudo impedirlo y le vino a la mente la misma pesadilla de todas las noches en la que veía su reflejo sentado a lo lejos, en la hierba. Lo miraba de reojo y su reflejo nunca decía nada. Sólo intentaba saber quién era esa nueva persona a la que todo el mundo odiaba. El tiempo transcurría y cada día se iba sentando un poco más cerca para descubrir el precio de la felicidad. Cuán cierto es que necesitamos tener un sueño.

Se despierta de este sueño y se da cuenta de que sigue en esta misma habitación. Guardando su lugar en esta vida olvidada. Huyó por cambiar pero se da cuenta de sigue siendo la misma persona de siempre porque sigue en la misma habitación del principio. La habitación añil.

he oído decir a mucha gente que ojalá el mundo fuera perfecto. Y yo pienso que si todo fuese perfecto, todo sería la misma mierda. Porque yo ya me cansé de correr lejos y tratar de encontrar ese lugar seguro donde esconderme. El único recurso que me queda es esconder mi corazón debajo de la almohada como todas las noches porque aunque tú lo niegues sabes que siempre hay algo diferente que se tuerce. Que el camino que elijas siempre será en la direccion equivocada y que siempre habrá alguien en tu vida jodiendo todo.
Mis momentos murieron. Todas las cosas que odio giran alrededor de mí. Ya no escucho los gritos de la sociedad y las hojas en las que duermo volaron y aunque la tormenta esté terminada todavía la oigo en mi cabeza todos los putos días. Lloro por ira, todo lo que siento es imposible de ser explicado y nadie estaría ahí para ofrecerme un hombro en el que llorar. Todos estos dias están muerto otra vez. Están vacíos desde el principio y esto me está volviendo loco. Las horas van a la deriva, me duele recordar eso. Que sólo somos una pieza más en este tablero controlado por un supuesto "dios".
Lo he intentado de todas las formas posibles, he jugado todas mis cartas pero no he conseguido encajar. Ya me cansé de todo. De aparentar algo, de no poder ser yo mismo, de econtrarme aún mas solo y cansado que al principio, en un camino hacia la nada atrapado en un mundo de días sin fin. Me estoy atascando en él, mi cabeza y mi cuerpo se están desmoronando mientras espero que esto termine algun dia.
Puede que no consiga cambiar el mundo, pero él a mi tampoco.

in the end

  Se despertó. Al abrir sus ojos se encontraba en un descampado, rodeado de grandes árboles quemados, rotos, sin vida. El suelo estaba recubierto de grandes espinos. El aire era pesado y una niebla impedía ver mas allá del paisaje. Todo lo que había a su alrededor era desolador, devastado por algunas llamas ya desaparecidas. Sin ningun rasto de vida. Lo único que veía era un paisaje negro y gris desgastado por el tiempo. No sabia donde se encontraba.

Estaba asustado, pero había algo que le hacía recordar ese lugar, no sabia con exactitud qué era. El miedo invadía su cuerpo y le impedía moverse. Empezó a girar sobre si mismo en busca de alguna salida, algo que le hiciera sentirse seguro, algo con vida y fijándose a su alrededor lo encontró. No podia dar créditos a lo que sus ojos veían. Estaba ahí. Aquel roble donde pasó con ella largas tardes de verano, donde sus cuerpos fueron uno. Aquellas caricias que ahora han sido robadas por el tiempo. Pero esta vez el árbol estaba quemado, sin hojas y sus ramas débiles, a punto de caerse. Pero todavía se podía apreciar su aroma y las marcas que dejaron en él.

Ya sabía que lugar era… Pero ahora estaba desierto. Sólo había restos de cenizas como prueba de que antes hubo una pasíon tan fuerte como el propio fuego. Sabía que era su culpa, sabía que esto era lo que quedaba de ese amor que jamás olvidaría. De ese amor que el mismo destruyó con sus mentiras.

No pudo impedir recordarla de nuevo. Pensado que ya la había olvidado pero aún sabía que la echaba de menos. No podía olvidar sus cabellos castallos. Ni su sonrisa, para él pefecta, que podia hacer que en un dia de nubes saliera el sol, que podía hacer feliz a la persona mas triste.

No podia permanecer mas tiempo ahí. Quería salir de allí, salir de este mal sueño, pero un arrebato de ira le hizo gritar por todo aquello que un día tubo y que ahora solo quedaban los restos. No podía soportarlo. Sus lágrimas empezaron a resbalar por su rostro dolorido asta que ya, sin fuerzas, se arrodilló y con la mirada hacia el cielo pidío perdón, pero sabía que ya era tarde, que ya la había perdido.

Sabia que ya no podía hacer nada mas, solo le quedaba luchar, no podía quedarse estancado. Por eso.. se levantó, cerró los puños, apretó su mandíbula y inspirando ese aire que le destruida por dentro echo a correr.

Corrió sin importarle los harañazos de las espinas, corrió aunque las zarzas se le clavaban en los pies. No podía permanecer mas tiempo aquí. Sabía que esto es parte de la vida, que sólo fue una etapa más. Todavía le quedaba mundo por conocer. Y corrió, no sabia a donde pero lejos de ese lugar que solo le recordaba a ella. El aire cada vez era mas pesado. El pecho le ardía de ira y de odio a si mismo pero no paró. Durante todo este tiempo aprendió que nunca debía dejar que nadie fuera su todo porque cuando ése alguien se fuera no quedaría nada.

Sabia que tenia que seguir luchando. No podía quedarse estancado en este lugar, ya lo había estado durante mucho tiempo. Puede que meses o incluso años.

Soledad

Todo empezó como una tonteria, luego no podía pasar un día sin ella... Entonces empezastes a hacerme daño. Yo intenté alejarme de tí pero no aguanté mas de una semana, sé que eres la única, que lo que haces es joderme la vida pero me he vuelto adicto a ti... He pasado tantas horas contigo, compartiendo momentos muy intimos y ahora sé que eres la única que puede conocerme porque eres aquella que cuando solo quiero separarme de mis costuras y mis sueños acaban en lágrimas, estás ahi siempre apoyándome. Sé que el calor que siento a mi lado se destiñe lentamente pero...¿ella me escucharía si dijera su nombre?, ¿me abrazaría si me arrepintiera?.

Contigo he pasado los momentos mas tristes y apacibles. Gracias a ti he reflexionado muchas cosas a las que a veces e llegado a sacar una conclusión. Por eso sé y afirmo que a veces, la soledad es agradable si tienes cosas bonitas en qué pensar. Sé con certeza que serás la única que no me abandone nunca y que podré contar contigo siempre... y que estarás con todas aquellas personas que te necesiten por unas razones u otras. Tú eres la muralla que me protege de mis miedos y que, cuando se derrumba, es como si se cayera una ciudad entera. La que me dice que siempre habrá una luz que refleja nuestro interior y que por nada del mundo la perdiera porque esa luz es capaz de seguir iluminándote, aun convenciendote a ti mismo que no puedes salir de este pozo.

Por todo esto:     gracias SOLEDAD 

odio

Podría empezar de nuevo. Sólo mirame a los ojos y dime si estoy mal pero no me mires fijamente porque nunca veras que hay algo dentro de mí. Algo en ti que desprecio. Sé que desde aquí no puedo verte, pero puedo oler tu miedo y espero que no desaparezca porque lo único que quiero hacer es cortar tu garganta y joder la herida. Poder empujar mi cara adentro y sentir el desvanecimiento, cavar adentro y hallar una pequeña parte de mí porque la línea que he cruzado se cruza cuando no estas limpio.

Sé que mi aislamiento es mi maldición y que el efecto que tiene sobre mi vida misma es un cáncer en su origen. Lamento los momentos que pasé entre el final y las llamas.. pero sé que hasta que esta guerra no termine nunca perderé mi rabia. Por todo esto.. ponme en un sotano, encierrame en un agujero oscuro como refugio. Pero sigo aquí sólo y perdido viendo como prosperan las mentiras con promesas, guardando mi lugar en esta vida olvidada, tal vez es tiempo de que vea el mundo.

He estado solo aqui por mucho tiempo, pero la paciencia no es mi estilo y estoy tan cansado que debo irme a algun lugar.. pero no se cual ni donde buscar....

Lo único que he llegado a entender es que nunca hemos estado vivos y que no naceremos de nuevo, pero nunca sobreviviré con recuerdos muertos en mi corazón. Sólo pido que alguien me oiga y me ayude.. porque todo lo que veo es rabia. 

Apenas puedo respirar, apenas puedo aguantar más...